Está claro que estamos en una grave crisis sanitaria. También está claro que hemos dejado de desinfectar superficies con las que estamos en contacto de forma continuada. Es evidente que después de la primera información que recibimos acerca de Coronavirus, todos vimos como prácticamente era imposible sentarse en un lugar hostelero sin que previamente desinfectasen sillas, mesas, etc. con productos profesionales.
En la actualidad nadie desinfecta. Las cifras de contagios están en aumento de forma estrepitosa como todos sabemos. Esto se extrapola a la “no desinfección” de las cocinas, comercios, colegios, etc... desinfección que antes puntualmente se realizaba y ahora a nadie le preocupa.
Está claro también que lo que nos diferencia de los grandes vencedores del coronavirus (China) es la desinfección, entonces:
Está claro que sin tener unos datos absolutos de la incidencia que la vacuna tendrá en la sociedad, todos nos estamos confiando en que es la única solución al problema pero claro, científicamente no sabemos cuánto tiempo nos hará inmunes y un largo, etc. de cuestiones todavía sin resolver, por lo que:
¿Por qué no nos planteamos luchar con todas las armas y desinfectar las superficies que sabemos científicamente que pueden estar contaminadas? (Persistencia del Coronavirus en metal 2 ó 3 días, en plástico 1 día, cobre 3 horas, etc...). ¿Ó inconscientemente nos va bien delegar únicamente la responsabilidad de la lucha frente a la pandemia a personal médicos e instituciones públicas y rehuir así de nuestra responsabilidad respecto de la desinfección de superficies que podríamos estar llevando a cabo?
Cambiemos de hábitos, es lo que necesitamos ante la pasividad actual, luchemos, desinfectemos con productos profesionales respaldados por el Ministerio de Sanidad y seguro mejoraremos notablemente la actual y “contaminante” situación.