Decía George Orwell que el lenguaje político está diseñado para que las mentiras parezcan verdades y que sea respetable el crimen. Ahora, en estas fechas lo podemos ver claramente. Estamos en periodo preelectoral. Es ahora cuando estamos a tiempo de reflexionar y recordar esa frase que en tantas ocasiones hemos oído “No nos representan”. Es ahora cuando se puede demostrar y cuando podemos hacer bueno ese sentimiento que tanto se ha hecho sentir en la calle.
Ahora, en estos días previos a elecciones, los despilfarradores y ladrones vuelven y quieren ser aclamados y elegidos por la misma ciudadanía a la que llevan décadas estafando.Todos ellos, los mayores sinvergüenzas de la vida pública se sumergen en multitud de seguidores y cada vez que llegan nuevas elecciones quieren que vuelvan a elegirles. Su argumento suele ser que los del otro bando son mucho peores y que si quizá los han denunciado y atrevido a procesarlos, incluso a encontrarlos culpables, eso es una prueba de que son inocentes. Las leyes las tienen hechas a medida y son tan elásticas como para no entorpecer el abuso, la codicia y el delirio de la mayoría de los que gobiernan en todos los estamentos, incluyendo el clientelismo que les rodea. En definitiva, leyes que simplemente no son cumplidas.
No les importa degradar la educación o fomentar abiertamente la ignorancia. Esto les permite difundir mentiras sin miedo a que los rebatan, e impiden el conocimiento para así evitar la crítica y el debate.
No es la nuestra la mejor de las democracias, pero es la que tenemos y si somos capaces de orientar nuestro voto en un sentido distinto al que hemos tenido hasta ahora y ponerlo en quien realmente se preocupe por el futuro de la ciudadanía de forma progresista, quizá podremos cambiar estructuras, constituciones y leyes que obliguen a la honestidad y castiguen a los ladrones, asesinos, estafadores y sinvergüenzas de la vida pública.
Ahora es la hora y en futuras elecciones continuar con el cambio para conseguir un país decente y que se sienta orgulloso de pagar sus impuestos.
José M. Hidalgo (Centre Vila) 5 de maig de 2014
